domingo, 16 de febrero de 2014

XLIV- GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo;
¿a qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?

¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.

Ya ves; yo soy un hombre... ¡y también lloro!

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